Básicamente la autonomía es la capacidad de regirse a uno mismo, de actuar por propio seguridad y no porque nos impongan una conducta, nos rondeen, nos castiguen o nos exijan ciertas normas sociales de comportamiento. Muchas veces en la vida hay que lograr pequeños objetivos para después conseguir uno grande, para ello hay que saber esperar y controlar las emociones. Si los niños aprenden a demorar gratificaciones y frenar la impulsividad conseguirán, con mayor facilidad, llegar a los objetivos que se propongan.
- La autonomía implica responsabilidad, una persona autonoma tiene capacidad para obrar, facultad de enjuiciar razonablemente el alcance y significado de sus actuaciones y responder por sus consecuencias.
- El principio de autonomía tiene un carácter imprerativo y debe respetarse como norma, excepto cuando se dan situaciones en que las personas puedan ser no autónomas o presenten una autonomía disminuida.